Hojaldre invertido

Carmen, nuestra profe de cocina, nos ha dicho que este hojaldre es mucho más fácil de hacer que el de toda la vida y que, sin embargo, no hay diferencia de sabor entre uno y otro. ¡Así que ya sabeis!

Ingredientes:

• 500 gramos de harina normal
• 500 gramos de mantequilla
• Agua fría
• 1 cucharadita de vinagre
• Sal

NOTA: el truco está en que tiene que haber la misma cantidad de harina que de mantequilla.
Preparación:

1. Amasamos con la mano 300 gramos de harina tamizada, una cucharadita de sal, una cucharadita de vinagre y el agua fría suficiente (aproximadamente una taza de café) para obtener una masa. Formamos una bola y, con ayuda de un cuchillo, hacemos un corte en forma de cruz. Reservamos a temperatura ambiente una media hora
2. Amasamos los otros 200 gramos de harina tamizada con la mantequilla (sacada una hora antes de la nevera) cortada en pedacitos. Cuando la mantequilla está integrada en la harina, envolvemos la masa con film transparente y la enfriamos en la nevera durante media hora (si la masa estuviese blanda meteríamos al congelador unos minutos)
3. Enharinamos la mesa de trabajo y estiramos la primera masa hasta obtener una lámina delgada, en forma de cuadrado. En el centro ponemos la masa de mantequilla y doblamos encima los cuatro bordes de la lámina de masa situada debajo. Enharinamos un rodillo y lo pasamos sobre la masa, presionando, hasta obtener un rectángulo
4. Doblamos la masa por la mitad, de arriba a abajo y después, de izquierda a derecha. Tapamos con fil transparente y enfríamos unos 30 minutos en la nevera (ésto es el primer pliegue)
5. Extendemos la masa en un rectángulo. Volvemos a doblar de arriba a abajo y después, de izquierda a derecha. Volvemos a tapar con film y a la nevera otra media hora (2º pliegue)
6. Continuamos así hasta obtener, al menos, seis pliegues (nosotros hicimos siete)

NOTA: los pliegues pueden dejarse de un día para otro.
NOTA: esta masa se conserva perfectamente en el congelador, siempre que esté bien envuelta.
NOTA: cuando vayamos a utilizar/extender el hojadre, conviene hacerlo siempre en cantidades pequeñas para que no se ablande demasiado.