Para comenzar hemos elaborado un pastel frío de jamón y queso. Este pastel tiene la ventaja de que se puede preparar la víspera para no andar tan apuradas.
El resultado final a mí no me convenció mucho así que si probais a hacerlo espero vuestros comentarios.
Ingredientes:
- 300 gramos de queso blanco fresco (o requesón)
- 300 gramos de jamón York en un taco
- 100 gramos de jamón York en lonchas
- 390 gramos de nata líquida de 35% de materia grasa
- 10 gramos de hojas de gelatina
- Sal marina
- Hidratamos la gelatina (cortada en trozos) en la nata fría durante unos diez minutos.
- Mientras tanto, cortamos el taco de jamón York en tiras. Reservamos.
- Calentamos (sin que hierva) la nata con la gelatina hasta que ésta se disuelva
- En un bol ponemos el queso blanco y las tiras de jamón York. Encima vertemos la mezcla de nata y gelatina, un poco de sal y, con ayuda de la batidora, trituramos el conjunto.
- Forramos un molde con las lonchas de jamón York. Encima ponemos la mezcla anterior. Tapamos con film transparente y metemos en la nevera un mínimo de 2 horas.
- Adornamos al gusto.
- Elaboramos un caldo poniendo a cocer en agua fría con sal, un esqueleto de pollo. Tras desespumar el caldo añadimos una cebolla, una zanahoria, un puerro y unas hojas de perejil y dejamos que siga cociendo. NOTA: si el caldo se fuera a congelar no pondríamos sal.
- Hidratamos cinco hojas de gelatina en agua fría durante unos minutos. A continuación, escurrimos bien y las echamos en el caldo caliente, revolviendo hasta que se derritan. Con esta mezcla pincelamos el pastel de queso y jamón para darle brillo.
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